Adonis era realmente un dios asiático, quizá fenicio, que se filtró en la mitología griega. Su culto está íntimamente ligado al de Afrodita.
En la mitología griega se supone que Adonis es hijo de Cíniras, rey de Chipre, y de su hija Mirra o Esmirna. Dado que Mirra no adoraba a Afrodita, diosa del amor, ésta la castigó haciendo que se enamorase de su padre. Con la ayuda de una de las doncellas de su servicio, Mirra consiguió dormir con Cíniras varias veces sin que él se diese cuenta de que estaba haciendo el amor con su hija. Cuando finalmente descubrió que había cometido incesto, sacó su espada, indignado, con el propósito de matarla, pero Mirra, ya embarazada, escapó y los dioses la convirtieron en una planta, el arrayán. Finalmente, el arbusto se partió y de ahí nació Adonis, cuya belleza ya sorprendía incluso siendo un bebé. Afrodita no se encontraba complacida con esta circunstancia y ocultó al pequeño Adonis en un cajón y se lo llevó a Perséfone, diosa del Averno. Cuando Perséfone miró dentro del cajón quedó prendada y llevó al pequeño a su propio palacio, rechazando devolvérselo a la diosa del amor.
Zeus no quiso pasar inadvertido esta historia y decidió que el niño debería pasar una tercera parte del año con Afrodita, otra con Perséfone y el resto del tiempo, solo. De acuerdo con otra interpretación, la musa Calíope hizo de juez en la disputa y ordenó que Adonis tendría que permanecer seis meses con cada diosa.
Muerte de Adonis
En cualquier caso, Afrodita quedó hechizada por el influjo de la belleza de Adonis, lo que significaba que estaba perdidamente enamorada de un mortal. Su felicidad duró poco pese a todo. Ella misma había temido todo esto y había advertido al propio Adonis de manera clara para que tuviera cuidado cuando saliese de caza. Afrodita insistía en que sería mejor que se dedicase a tareas más útiles. Pero el joven era muy inquieto e hizo oídos sordos a su advertencia, y durante una cacería fue atacado por un jabalí. No queda claro si fue la ofendida Perséfone la que había persuadido al amante celoso de Afrodita, Ares, para que llevase a cabo el ataque. El incidente acabó con la vida de Adonis, y la inconsolable Afrodita hizo brotar anémonas rojas de cada gota de sangre vertida.
De acuerdo a las distintas versiones del mito, Zeus permitió que Adonis resucitase durante la primavera y el verano, de manera que pudiese pasar el periodo de tiempo establecido con Afrodita.
Adonis, cuyo nombre se usa todavía para describir la belleza masculina, era, en principio, el dios de la vegetación. Su leyenda, al igual que la de Perséfone, está unida al cambio de las estaciones, en el que la naturaleza muere para revitalizarse de nuevo.