diana y calisto

Calisto: la osa mayor del cielo

Calisto, una figura trágica y emblemática de la mitología griega, era hija de Licaón, rey de Arcadia, y miembro destacado del séquito de Artemisa, la diosa virgen de la caza y la naturaleza. Dentro de este círculo de ninfas y jóvenes dedicadas a la diosa, se exigía un compromiso estricto con la virginidad, un voto que todas las seguidoras de Artemisa debían honrar. Sin embargo, su vida tomaría un rumbo dramático y lleno de desventuras por la intervención de Zeus, el gobernante de los dioses olímpicos.

La historia de Calisto es una narrativa de amor no correspondido, traición y transformación. Según el poeta Ovidio, Zeus, cautivado por la belleza y su vigor, la raptó mientras descansaba en el bosque. En este encuentro, Zeus se dejó llevar por sus impulsos, violando a Calisto en un acto que cambiaría para siempre su destino y el de sus descendientes.

El destino de Calisto y su transformación celestial

La violación de Calisto por Zeus resultó en su embarazo, un hecho que no pasó desapercibido para Artemisa y sus ninfas. Al descubrir su estado durante un baño ritual, Artemisa, horrorizada y sintiéndose traicionada por la ruptura del voto de virginidad de su seguidora, expulsó a Calisto de su séquito. Este rechazo marcó el comienzo de una serie de infortunios para Calisto, quien se encontraba ahora sola y desamparada, llevando en su vientre al hijo de Zeus.

Su sufrimiento se intensificó cuando Hera, la esposa de Zeus y conocida por sus celos, intervino. Incapaz de creer que Calisto hubiera sido víctima en lugar de cómplice en su encuentro con Zeus, Hera transformó a Calisto en una osa. Esta metamorfosis representó no solo una pérdida de la humanidad de Calisto sino también una desconexión total de su vida anterior.

La tragedia de Arcas y el ascenso al firmamento

El hijo de Calisto, Arcas, nació y creció sin conocer a su madre en su forma animal. Años después, en un giro del destino lleno de ironía, Arcas, sin saber que la osa era su madre, estuvo a punto de matarla durante una cacería. En el último momento, Zeus intervino para evitar la tragedia, elevando tanto a Calisto como a Arcas al cielo, transformándolos en las constelaciones de Ursa Major (Osa Mayor) y Ursa Minor (Osa Menor), respectivamente.

Esta transformación celestial de ella y Arcas es un elemento clave en el mito, simbolizando una forma de inmortalidad y redención a través de su presencia eterna en el cielo nocturno. Sin embargo, la influencia de Hera se hizo sentir una vez más, ya que según la leyenda, ella aseguró que las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor nunca pudieran sumergirse bajo el horizonte, condenando a Calisto a vagar eternamente por los cielos sin descanso.

Cómo citarnos
Ramírez, Silvia y Torres, Roberto (2015, 15 de septiembre). Calisto: la osa mayor del cielo. Mitos y Relatos. https://mitosyrelatos.com/europa/mitologia-griega-romana/calisto