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Los Argonautas: héroes del vellocino dorado

Los Argonautas, o navegantes del Argo, eran un grupo de héroes que llegaron hasta Colchis a bordo del Argo, un legendario barco comandado por Jasón, para obtener el Vellocino de Oro, la piel de un carnero sobrenatural. La historia de su azaroso viaje es una de las narraciones más antiguas de la literatura occidental. Muchos autores clásicos, incluyendo al poeta helenístico Apolonio de Rodas y al romano Ovidio, describieron la expedición de los 50 bravos héroes a la distante Colchis.

El preludio del viaje de los Argonautas fue el vuelo de Frijo (Phrixus) y Hele (Helle), dos niños de sangre real, desde Boecia. Sentados sobre el carnero volador con pelo de oro, trataron de huir de su madrastra Ino. En un momento del vuelo, Hele cayó al mar y se ahogó, por lo que su nombre sirvió desde entonces para denominar al Heleponte. Frijo consiguió llegar a Colchis, al este del mar Negro, y allí permaneció como protegido en la corte del rey Aetes. El Vellocino de Oro del carnero quedó colgado en un bosque sagrado dedicado a Ares, siendo guardado por el dragón que nunca dormía.

Jasón y profesia del Oráculo

Más adelante, Jasón, hijo de Esón, fue instruido por su tío Pelias para ir a conseguir ese Vellocino de Oro. Las intenciones de Pelias no eran muy honestas, pues ya se había hecho con el trono de Jolco, una ciudad-estado en Magnesia, una parte de Tesalea, a expensas del padre de jasón. La madre de Jasón fingió que el pequeño había muerto, mientras lo criaba en secreto el centauro Quirón, excelente profesor que ya en el pasado había dado cobijo a diversos grandes héroes. Mientras tanto, el malvado Pelias fue advertido por el oráculo de Delfos del peligro que se cernía sobre él en la forma de Esón calzado con una sola sandalia. Cuando Jasón regresó a Jolco como joven caballero, su patrona, Hera, se había asegurado de que cuando cruzase el río perdiese una sandalia para llegar a la corte de Pelias con un pie desnudo.
Pelias se dio cuenta de inmediato de lo que había sucedido y le prometió a Jasón el trono de Jolco a condición de que le llevase el Vellocino de Oro, tarea imposible por otro lado y de la cual Pelias creía que Jasón no saldría con vida.

El Viaje de Jasón y los Argonautas

El oráculo de Delfos juzgó, no obstante, que Jasón podía llevar a cabo la misión, motivo por el cual hizo que Argos (el veloz) construyese la nave Argo. La diosa Atenea le añadió una pieza de madera en la proa, hecha con la rama de un roble parlante del bosque sagrado que Zeus tenía en Dodona. Jasón se hizo acompañar de 50 héroes en la peligrosa travesía. Cada uno de los Argonautas destacaba por alguna faceta. Estaban los Dioscuros, Cástor y Pólux; Peleo, esposo de la diosa Tetis y padre de Aquiles; Teseo, el gran héroe de Atenas; Orfeo, el famoso cantante y músico; Zetes y Calais, hijos de Bóreas, el viento del norte; el timonel Tifis, el armador Argos, Admeto de Ferae e incluso Hercules, el más grande de todos los héroes griegos.
Los valientes marineros hicieron frente a muchas y variadas adversidades. Los Argonautas pudieron tener descendencia gracias a que Afrodita levantó el castigo que había caído sobre la isla de Lemnos, donde las mujeres habían desarrollado un desagradable olor corporal a causa de la diosa y habían acabado con sus maridos en venganza por su desprecio.
Hercules dejó el Argo después de haber salvado a la embarcación de un grupo de seis gigantes terrestres muy belicosos. Cautivado por la belleza de Hilas, que portaba su escudo y que había sido secuestrado por las ninfas acuáticas, permaneció en Bithynia (Bitinia). Después no tuvo más remedio que regresar a Grecia para completar los Doce Trabajos a los que había sido condenado.

Reto del Rey Amycus

El rey Amycus (Amico) de los Bebricianos tenía el desagradable hábito de retar a todos los visitantes a un combate con él, que siempre acababa con la muerte del retado. Cualquiera que no aceptase el reto era arrojado al mar desde el acantilado más alto. Pero Pólux, uno de los dos Dioscuros, era muy hábil en el combate y acabó con el rey durante la pelea. El resto de los habitantes no fueron un problema para los Argonautas.

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Los Argonautas y las harpías

Expulsión de las Harpías y Ayuda de Fineo

El siguiente puerto de destino del Argo fue Salmydessus (Salmideso), capital del reino de Thynia (Tinia) en la Tracia. Fineo, el rey local, que estaba ciego y podía predecir el futuro, había sido perseguido por las Harpías. Estos seres monstruosos, con cuerpo mitad pájaro y mitad mujer, le robaban la comida y llenaban su mesa de excrementos. Los héroes alados, Calais y Zetes, expulsaron a las Harpías sin llegar a matarlas, debido a las órdenes recibidas de Zeus en ese sentido. Fineo fue así liberado y, como muestra de gratitud, les dio consejos muy útiles a los Argonautas para el futuro.
Los Argonautas encontraron las Symplegades (Simplegadas) cerca del Bosforo, la entrada al mar Negro, llamado por los griegos Pontos Euxeinos o «Mar Hospitalario», lo que constituye un clásico ejemplo de eufemismo. Las Simplegadas eran dos rocas que se abrían y se cerraban permanentemente. Por fortuna, Fineo les había aconsejado que hiciesen volar primero a una paloma entre el hueco de las dos rocas. Así lo hicieron, perdiendo únicamente unas pocas plumas, lo que significaba que cualquier cosa que la paloma pudiese hacer también era posible para los diestros remeros del Argo. El barco pasó por las dos rocas sin ningún problema, salvo la pérdida de una pieza de su popa. Ningún otro barco ha quedado desde entonces varado en este paraje.

Obtención del Vellocino de Oro

Después de una serie de aventuras de menor importancia, Jasón y sus compañeros de viaje llegaron a la capital de Colchis, donde Jasón preguntó al rey Aetes si le daba permiso para llevarse el Vellocino de Oro. La única condición que éste le impuso fue que debía poner bajo un yugo, para que arasen, a dos bueyes que echaban fuego por la boca. Después debería hacer un surco en la tierra para sembrar dientes de dragón y poner a sus pies a los hombres que naciesen de esas semillas infernales. Aetes pensó que se trataba de una tarea imposible, sin tener en cuenta que su hija Medea, una adivinadora de gran talento, se enamoraría perdidamente del héroe y le daría un ungüento mágico que le inmunizaba frente a las llamaradas que emanaban de la boca de los bueyes, además de aconsejarle lanzar una piedra a los guerreros que brotasen de la tierra antes de empezar a luchar contra ellos. Todo salió según los planes de Medea y Jasón pudo llevarse el Vellocino de Oro del bosque sagrado. Derrotar al dragón que vigilaba el bosque no fue un problema, gracias a que Medea le había dado a Jasón unas hierbas mágicas que hicieron que el monstruo quedase dormido casi de inmediato.
Aetes, furioso, persiguió a los Argonautas, que se habían llevado a Medea en su rápido abandono de Colchis. Después de esto, Medea mató a su hermano pequeño Apsyrtus (Apsirto), despedazando su cuerpo y arrojándolo al mar para provocar que el rey tuviese que buscar los restos si quería enterrarlo, dando tiempo así a la huida de los héroes de vuelta a Jolco.
De acuerdo con otra versión, fue el adulto Apsirto el que instigó la persecución siguiendo instrucciones de su padre. Jasón negoció con él y acordó que podía quedarse con el Vellocino de Oro si Medea regresaba a Colchis con su familia. Pese a que Jasón le aseguró que estaba tratando de engañarle Medea montó en cólera y mató a su hermano a traición con la ayuda del héroe. Zeus estaba tan disgustado con tal atrocidad que comunicándose a través del haz de la proa del Argo, les ordenó a los dos que hiciesen penitencia por sus pecados con la hechicera Circe, tía de Medea.
Circe vivía en la isla de Aeaea (Aea), en la costa occidental de Italia. Fue ella la que les exonero de sus pecados, pero al darse cuenta de lo serios que eran sus crímenes, les predijo un futuro complicado y les rogó que abandonasen su hogar.

jason y medea
Jasón y Medea

Regreso de Jasón con el Vellocino de oro

Pelias aceptó el Vellocino de Oro, pero no tenia intención de abdicar. Ni siquiera un carácter tan depravado como el suyo suponía un problema para las artes de Medea.
Poco después de la llegada del Argo, Medea rejuveneció a Aeson, el anciano padre de Jasón, gracias a sus hechizos. Las hijas de Pelias querían que su padre fuese llevado también de vuelta a sus años de juventud.
Medea se prestó a ello y despedazó a un carnero para cocinarlo con hierbas mágicas.
Cuando se había iniciado la cocción, el animal se escapó del recipiente con la apariencia de un cordero pequeño. Las hijas de Pelias siguieron su ejemplo e hicieron lo mismo con su padre, pero por desgracia Medea se olvidó de añadir las hierbas necesarias.
Después de este acto de venganza, Jasón no consiguió hacerse rey de Jolco y partió con Medea hacia Corinto, donde nacieron sus dos hijos. Más adelante, Jasón decidió separarse de Medea y unirse a Glauce, hija del rey corintio. La reacción de Medea fue devastadora e hizo que sus hijos le entregasen un vestido de novia hechizado. Cuando Glauce se lo puso, salió ardiendo y murió entre las llamas junto a su padre, que había acudido a socorrerla. Después acabó con la vida de sus dos hijos para herir aún más a Jasón, huyendo luego a Atenas en una balsa que transportaban dos dragones voladores. Allí buscó refugio en la corte del rey Egeo, con el que se casó poco después.
Jasón permaneció en Corinto entristecido ante las circunstancias que le rodeaban. A menudo se le encontraba junto a una vieja embarcación en la que, con aire sombrío, reflexionaba sobre su glorioso pasado. El Argo tampoco corrió mejor suerte y fue precisamente una pieza de madera podrida desprendida del casco la que acabó con la vida de Jasón.

Cómo citarnos
Ramírez, Silvia y Torres, Roberto (2015, 25 de agosto). Los Argonautas: héroes del vellocino dorado. Mitos y Relatos. https://mitosyrelatos.com/europa/mitologia-griega-romana/los-argonautas