El mito del Ave Fénix es de origen egipcio. El Ave Fenix renace de un huevo donde se introducen sus despojos mezclados con mirra o resurge de sus propias cenizas, según distintas versiones.
El mito representa, en parte, la creencia egipcia según la cual, pese a la segunda muerte del alma y consiguiente aniquilación del réprobo, al final el alma se redimir para obtener el perdón de Osiris y la remisión de los pecados, inmortalizándose a su vez, aun cuando sea a costa de grandes penalidades y sufrimientos. Esta teoría, que tiene una gran correspondencia con la tesis del Purgatorio.